Durante los meses fríos, el trabajo en espacios de baja temperatura puede ser un factor de riesgo difícil de afrontar que compromete la salud laboral de varios trabajadores. Pero no hemos de olvidar que la exposición a bajas temperaturas puede provocar serios problemas en la salud de trabajadores además de potenciar el riesgo de accidente al haber una clara relación entre la temperatura y la capacidad física para realizar un trabajo.

El empresario tiene la obligación de garantizar la seguridad y salud de trabajadores y trabajadoras en todo ambiente y circunstancia, Ante ello son diversas las preguntas que se plantean:

¿Qué consecuencias trae trabajar con frío?, ¿Cómo afecta el frio a nuestra salud?, ¿qué es la exposición laboral al frío?, ¿qué medidas preventivas se han adoptar? A lo largo de este artículo se intentará dar respuesta a estas cuestiones, tomando como base las Notas Técnicas de Prevención 1036 y 1037 del INSST «Estrés por frío»

¿Qué obligaciones tienen las empresas cuando se trabaja expuesto a frío? Infracciones y sanciones

El Real Decreto 486/1997 por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, desarrolla la obligación de las empresas de proteger la seguridad y salud de sus empleados en toda condición y situación. El RD 486/97 en su anexo III india que «la exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no debe suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores. Asimismo, y en la medida de lo posible, las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores.» » En los lugares de trabajo al aire libre y en los locales de trabajo que, por la actividad desarrollada, no puedan quedar cerrados, deberán tomarse medidas para que los trabajadores puedan protegerse, en la medida de lo posible, de las inclemencias del tiempo.»

Por este motivo «el empresario deberá adoptar las medidas necesarias para que la utilización de los lugares de trabajo no origine riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores o, si ello no fuera posible, para que tales riesgos se reduzcan al mínimo. En cualquier caso, los lugares de trabajo deberán cumplir las disposiciones mínimas establecidas en este Real Decreto en cuanto a sus condiciones constructivas, orden, limpieza y mantenimiento, señalización, instalaciones de servicio o protección, condiciones ambientales, iluminación, servicios higiénicos y locales de descanso, y material y locales de primeros auxilios.» El no hacerlo puede suponer infracciones muy graves según indica el artículo 13 de la LISOS » No adoptar cualesquiera otras medidas preventivas aplicables a las condiciones de trabajo en ejecución de la normativa sobre prevención de riesgos laborales de las que se derive un riesgo grave e inminente para la seguridad y salud de los trabajadores»

Para dar cumplimento a todo ello, el empresario deberá evaluar los riesgos por estrés térmico debido a la exposición al frío y establecer medidas preventivas. Pero para poder analizar, evaluar y establecer medidas a de conocer muy bien las situaciones y factores que generan exposición laboral al frío

Situaciones en las que puede darse una exposición laboral al frío

El cuerpo humano trabaja, manteniendo una temperatura estable de 37 °C bajo cualquier condición climática, para asegurar la buena salud, así como proporcionar la energía necesaria para llevar a cabo tareas físicas y mentales. Al trabajar a temperaturas inferiores a 15 ºC, comienza la sensación de disconfort térmico, por debajo de 5ºC, el riesgo a exposición y sus consecuencias son inmediatas.

La exposición profesional al frío, natural o artificial, se puede encontrar en diversas actividades profesionales. Se ha de partir de la base de que no se puede caracterizar un ambiente frío exclusivamente con los criterios fisiológicos, ya en función del tipo de trabajo y las características individuales, podemos tener una sensación de disconfort térmico a partir de temperaturas inferiores a 15 °C. Además, la sensación de frío no se encuentra solamente ligada a la temperatura medida, ya que puede llegar a acentuarse debido a factores como el viento (velocidad del aire) y la humedad.

Se indican a continuación situaciones y puestos de trabajo que pueden presentar riesgo de exposición al frío, según indica el INSST:

  • Trabajos dentro de un local: Industria agroalimentaria, trabajos de mantenimiento de sistemas de frío (instalación, reparación de cámaras frigoríficas o de sistemas de aire acondicionado), trabajos en casetas fijas sin calefacción (laborales de vigilancia.)
  • Trabajos en el exterior: Transporte agricultores, trabajadores de autopistas y mantenimiento de carreteras, mantenimiento de líneas eléctricas o equipos industriales, personal del ejército, personal de seguridad y vigilancia, personal de pistas de aeropuertos; trabajadores de la construcción
  • Trabajos en altura: Personal de explotación y mantenimiento de remontes mecánicos, personal de estaciones de esquí, guías de alta montaña, trabajadores de la construcción, personal de aduanas, equipos de rescate, trabajadores de estaciones meteorológicas.
  • Trabajos en agua fría o en contacto con agua fría: Buzos profesionales, equipos de rescate, militares, pescadores, trabajos en plataformas petrolíferas…etc. Cabe destacar que en casos de trabajos en agua fría, para una misma temperatura, la pérdida de calor por unidad de tiempo en el agua es de 25 veces superior a la observada en el aire. El tiempo medio de supervivencia de un hombre en caso de inmersión accidental es baja (4 horas en aguas calmadas de 18 °C).

Factores de exposición laboral al frío

Además de los condicionantes anteriores se ha de tener en cuenta que las reacciones al frío son diversas en función de cada individuo, de sus características físicas y hábitos

  • Edad: En general con el envejecimiento los ajustes termorreguladores se vuelven menos eficientes.
  • Género: La velocidad de enfriamiento de los pies y de las manos es mayor en mujeres por lo que presentan mayor riesgo de sufrir lesiones en las extremidades. En términos de enfriamiento general, las mujeres parecen ser más tolerantes al estrés por frío (especialmente en agua fría) debido al mayor grosor de la capa de grasa subcutánea que proporciona mayor aislamiento.
  • Antecedentes médicos: Las personas con enfermedades circulatorias (angina de pecho, enfermedad de Raynaud, etc.) son más susceptibles y propensas a padecer estrés por frío.
  • Insuficiencia en la ingesta de alimentos y líquidos

¿Cómo afecta a nuestra salud trabajar con frío?

Son diversos los efectos sobre nuestra salud.

Efectos respiratorios:

La inhalación de aire muy frío enfría las membranas de las mucosas del tracto respiratorio superior y puede, con el tiempo, causar irritación, reacciones micro-inflamatorias y bronco-espasmo. El enfriamiento del tracto respiratorio puede provocar síntomas de dolor en personas con tras­tornos cardiovasculares. Para personas sin proble­mas respiratorios pueden realizar trabajos de actividad moderada, en condiciones donde la temperatura del aire puede alcanzar los -30 °C.

Efectos cardiovasculares:

El frío puede tener efectos cardiorrespiratorios signifi­cativos, a través del incremento de la presión sanguí­nea, de manera puntual o crónica. Dicho incremento de presión sanguínea se produce como consecuencia de la vasoconstricción periférica y además por el enfriamien­to facial. El frío puede agravar además los síntomas asociados con diferentes tipos de enfermedades cardiovasculares  

Lesiones por frío:

Uno de los riesgos para la salud en ambientes fríos es el riesgo a sufrir una lesión por frío: congelación (daños locales) o hipotermia (daños generales). Se producen cuando se someten las extremidades a exposicio­nes largas de temperaturas bajas sin que se pro­duzca la congelación de la piel. Los factores que  contribuyen a producir estas lesiones son las bajas temperaturas, la inmovilidad de las extremidades y la humedad.

  • Congelación superficial de la piel: Se trata de la congelación local de la capa superficial de la piel, provocando el blanqueamiento y color pálido de la piel.
  • Congelación profunda de la piel: Se define como aquella situación en la que las capas/tejidos más profundos de la piel se congelan formando cristales de hielo y la piel se vuelve dura al tacto. La grave­dad y el daño de la congelación dependerán de la temperatura, la duración, la intensidad, la superficie afectada y el proceso de recalentamiento que se lleve a cabo.
  • Hipotermia: La hipotermia se presenta cuando la temperatura interna desciende por debajo de los 35 °C, y se producen una serie de reacciones fisio­lógicas y psicológicas que son consecuencia de un desequilibrio de los mecanismos de regulación del intercambio de calor. Con el enfriamiento progresivo del cuerpo, el rendimiento y la capacidad de trabajo físico se reducen, así como la capacidad mental (confusión mental y alteraciones en el juicio). La persona no es capaz de reconocer el peligro de la situación, por lo que en estos casos la asistencia externa puede ser la única alternativa para interrum­pir la exposición y proceder a la recuperación.
  • Fibrilación cardiaca: El enfriamiento corporal puede dar lugar a la incons­ciencia y parálisis de la mayoría de las funciones corporales, así como la reducción al mínimo de las funciones cardiorrespiratorias. En los casos más extremos en los que la temperatura interna alcan­za 28 °C existe un riesgo importante de fibrilación cardíaca.

Evaluación de riesgos por exposición al frío.

Cuando el proceso de trabajo o las condiciones meteorológicas hacen imposible la eliminación de los riesgos por frío, es necesario evaluarlos para saber si se pueden considerar aceptables para la salud o si, por el contrario, es preciso aplicar medidas para reducirlos hasta niveles aceptables.

Podemos encontrarnos diversos escenarios que hacen necesarias diversas metodologías

  1. Evaluación del riesgo por enfriamiento general. Existe el índice IREQ (Aislamiento requerido de la vestimenta), que cuantifica el aislamiento térmico que debe proporcionar la vestimenta, tanto en trabajos en espacios interiores como en exteriores, para evitar una pérdida neta de calor del cuerpo, y que podría tener como consecuencia el enfriamiento general. Con este método se puede evaluar el estrés por frío tanto en términos de enfriamiento general del cuerpo como de enfriamiento local de ciertas partes del cuerpo, por ejemplo, de las extremidades y la cara.
  2. La evaluación de los riesgos debidos al enfriamiento local. Se eva­lúan los factores que apliquen en función de la situación de exposición:
  • Evaluación de frío en las extremidades: El enfriamiento de las extremidades se evalúa a través de los méto­dos y procedimientos incluidos en la norma UNE EN 511:2006. De todas formas, se puede también evalu­ar mediante medidas directas de la temperatura de la piel de los dedos (sobrecarga alta – límite 15°C y sobrecarga baja – límite 24°C). Sin embargo, se evita o se dificulta mediante la protección adecuada (guantes, calcetines y calzado aislante).
  • Evaluación de frío debido al viento (partes descubi­ertas): El viento incrementa el enfriamiento sobre la piel y dicho efecto se puede determinar a través de la temperatura de enfriamiento por el viento (twc). Esta temperatura es la temperatura ambiente a la que, para una velocidad de aire determinada, produce la misma sensación que las condiciones ambientales reales (so­brecarga alta – límite -30°C y sobrecarga baja – límite -15°C).
  • Evaluación de frío respiratorio: El enfriamiento de las vías respiratorias se evalúa considerando la tempera­tura mínima del aire recomendada para la inhalación. A temperaturas inferiores a -15 °C se recomienda el em­pleo de protección respiratoria para niveles de activi­dad altos y para niveles normales a -30°C (sobrecarga alta – actividad baja límite Taire=-40 °C /actividad alta límite Taire=-30°C y sobrecarga baja – actividad baja límite -20 °C/actividad alta límite -15 °C).
  • Evaluación de frío por conducción: El enfriamiento por conducción y contacto con la superficie fría se evalúa mediante la Norma UNE-EN ISO 13732-3:2008. El con­tacto prolongado con superficies metálicas por debajo de 15 °C produce problemas de destreza, entumeci­miento e insensibilidad por debajo de 7 °C y congela­ción por debajo de 0 °C.
Esquema de actuación para la evaluación de los riesgos por estrés por frío. NTP 1036

¿Qué medidas preventivas se han de adoptar en ambientes fríos?

Las medidas preventivas en el caso del estrés por frío se deben adaptar a cada situación y se dividen en medidas de diseño y gestión de los puestos de trabajo, organiza­ción del trabajo, medidas personales y formación/infor­mación a los trabajadores. El INSST propone la siguientes medidas en la NTP 1036

Medidas técnicas de orden general

  • Disponer de un local con calefacción (no sobrecalentado) ofreciendo la posibilidad de consumir bebidas calientes, con posibilidad de secado de la ropa húmeda y también con armarios con ropa de repuesto.
  • Colocar señalización específica (entrada en una zona de frío extremo, contacto con superficies frías, presencia de superficies heladas…). Disponer de mecanismos automáticos que reduzcan la carga de trabajo manual.
  • Colocar aislamiento en las superficies metálicas y/o diseñar equipos y herramientas que puedan utilizarse adecuadamente con guantes.
  • Seleccionar materiales para el suelo adaptados al frío extremo para prevenir el riesgo de resbalar y también prevenir la formación de escarcha en el suelo utilizando, por ejemplo, secadores de aire.                    
  • Instalar dispositivos localizados de calor radiantes en los puestos de trabajo más expuestos

Organización del trabajo

  • Priorizar la participación de los trabajadores en la organización del trabajo e implantar las medidas preventivas adecuadas.
  • Planificar las actividades en exteriores considerando la previsión meteorológica (temperatura, humedad relativa, velocidad del aire, lluvias, etc.)
  • Instalar un sistema de comunicación y control de los equipos expuestos y favorecer el trabajo entre 2 personas.
  • Considerar medidas para los trabajadores que puedan realizar tareas en solitario y aislados.
  • Colocación de dispositivos “hombre muerto” en aquellos casos en que sea necesario

Medidas preventivas personales (control balance térmico del cuerpo)

  • Uso de ropa de protección. Las características más importantes de la ropa de protección frente al frío son el aislamiento térmico, protección frente a la humedad y permeabilidad al aire / vapor de agua (capacidad de transpiración). La ropa de protección contra el frío, ya sea un mono, guantes, calzado, gorros, también debe cumplir con los requisi­tos ergonómicos de trabajo (movilidad, destreza, cam­po de visión, etc.) y también debe cambiarse cuando se encuentre húmeda debido a que se disminuye su capacidad aislante.
  • Suministro de calor externo. Un requerimiento imprescindible para los trabajos en situación de frío es el establecimiento de pausas para calentarse en una zona habilitada (son preferibles pausas largas y menos frecuentes, que cortas y frecuentes).
  • Mejora de los aspectos ergonómicos de los trabajos en frío, reduciendo o eliminando el efecto molesto del equipo de protección, y el esfuerzo asociado. Estas medidas incluyen la selección de la ropa, el equipo y las herramientas, la formación para hacer frente al frío


Bibliografía:

NTP 1036 Estrés por frío (I) https://www.insst.es/documents/94886/330477/NTP+1036.pdf/a13abd54-b298-4307-8298-a0289a2f24b2

NTP 1037 Estés por frío (II) https://www.insst.es/documents/94886/330477/NTP+1037.pdf/b7604a03-5ce8-4af6-aa69-accfaa9f639f