Recientemente el INSHT publicaba dos notas técnicas preventivas, NTP 966 y NTP 967 para hablar de la «Eficacia preventiva y excelencia empresarial», presentando los resultados del «Estudio de campo sobre la contribución de la eficacia del sistema de Prevención de Riesgos Laborales a la excelencia empresarial». El objetivo de esta investigación ha sido doble; por un lado analizar la correlación entre el nivel de calidad del sistema preventivo y el nivel de excelencia empresarial alcanzado, en base al modelo europeo EFQM (Euopean Fundation Quality Management) y por otro, identificar buenas prácticas al respecto. Hablar de excelencia empresarial es hablar de los elemento diferenciadores que permiten a las empresas destacar de la vulgaridad para poder adaptarse a los contextos cambiantes en los que haya que operar en un mundo globalizado y con altas exigencias de competitividad. La prevención de riesgos laborales y la atención a las condiciones de trabajo habrían de formar parte sustancial del sistema general de gestión empresarial y como tal, integrarse plenamente al mismo encontrando su propio nivel de excelencia.

El estudio recoge las autovaloraciones realizadas en un conjunto de 50 empresas de los tres sectores productivos, seleccionadas según criterios de tamaño, antigüedad, resultados y exigencias de su sistema de gestión. El análisis de la gestión empresarial se ha estructurado siguiendo el esquema de la metodología EFQM, abarcando los 9 elementos de su modelo. Las empresas participantes destacan por tener un mayor desarrollo en aspectos tales como: la política y la organización preventiva, la evaluación de riesgos y la planificación preventiva, la investigación de accidentes y la formación e información de los trabajadores. Los aspectos con más limitaciones se muestran en: la coordinación empresarial, los recursos destinados a la PRL y la vigilancia de la salud.  En el caso de la coordinación de actividades empresariales se destacan estas buenas prácticas encaminadas a la excelencia:

  1. En la evaluación de proveedores se tienen en cuenta aspectos de PRL. Si no se alcanzan unos niveles mínimos, se desestima a los proveedores que no ofrecen suficientes garantías en cuenta a la correcta gestión de la PRL. De acuerdo a las empresas informantes, estas prácticas ayudan a difundir la cultura preventiva desde las empresas excelentes hacia el resto de empresas.
  2. Realización de actividades preventivas de forma conjunta entre la empresa principal y las contratistas. Por ejemplo, realización de evaluaciones de riesgo conjuntas o procedimientos concretos en caso de trabajos específicos. Otro ejemplo describe que las contratas redactan sus procedimientos y el servicio de prevención propio lo valida y lo cuelga en un portal web colaborativo.
  3. Colaboración con los SPA de las contratas de manera regular. En el caso de obras, el técnico va previamente para hacer la evaluación de riesgos o plan de seguridad y salud.
  4. Realización de inspecciones o auditorías de los contratistas. Las disconformidades son registradas en informes, comunicadas a los contratistas y tratadas en reuniones periódicas de coordinación.
  5. Exigir que las empresas contratistas pertenezcan a una determinada asociación sectorial que exija unos requisitos de calidad o seguridad a sus miembros y que haya superado las auditorías internas de dicha asociación. Por ejemplo, el sistema de homologación de contratistas que mantiene la AEQT (Asociación Empresarial Química de Tarragona)
  6. Los encargados y jefes de proyectos se reúnen con las personas designadas de las empresas contratistas, manteniendo reuniones como mínimo semestrales con las diferentes empresas contratistas. En unos casos realizan una reunión anual con las 10 principales contratas, en otros se establecen además  penalizaciones o premios a las empresas contratistas.

Las conclusiones que se extraen del estudio son las siguientes:

  • Las organizaciones que destacan en la excelencia empresarial muestran un nivel más avanzado en la gestión de la prevención y la seguridad y salud de los trabajadores. Existe una correlación positiva entre ambos conceptos hasta el punto que la prevención de riesgos laborales es una condición necesaria irrenunciable para alcanzar la excelencia empresarial.
  • Cualquier organización que busque la excelencia empresarial debe trabajar por la seguridad y salud de los trabajadores mediante la definición de estándares internos por encima de los requisitos mínimos reglamentariamente exigibles.
  • Las cuatro motivaciones más importantes para la prevención son la reducción de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales, la satisfacción de los trabajadores, la responsabilidad social y el cumplimiento con la legislación.
  • Las organizaciones con mayor nivel de excelencia otorgan mayor importancia relativa que el resto de empresas a la reducción de costes y al valor intangible que representa la mejora de la imagen empresarial.

Fuente:  Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo