Es evidente que resulta tremendamente complicado resolver un problema si no sabemos dónde está sucediendo. Del mismo modo que tampoco podemos solucionar aquello que no somos capaces de ver o detectar. Por ello la localización de un recurso puede ser la clave para el éxito de una acción preventiva, y más aún si se trata de una emergencia o rescate. La PRL 4.0 nos facilita estos procesos.

Gracias al continuo desarrollo de la tecnología para la prevención de riesgos laborales, hoy en día podemos encontrar multitud de soluciones aplicables en nuestras empresas basadas en la geolocalización de recursos. Pero como con tantas otras cosas, no se trata de usar la tecnología por usar, si no de aplicar aquella tecnología que nos permita resolver nuestro reto con máxima eficacia y mínimo coste. Entonces, ¿cuáles son las claves para aplicar en PRL las tecnologías de geolocalización?

Lo primero es entender que no existe una solución mágica para resolver un problema en toda su profundidad y por ello resulta determinante seccionar dicho problema en retos más acotados, con una solución concreta. Por ello, ante la problemática de saber en todo momento donde está cualquier recurso, podemos empezar con tener localizados aquellos recursos más críticos y más sensibles a posibles riesgos. Un ejemplo sería utilizar wearables, artilugios que poco a poco se están incluyendo en la PRL 4.0, con aquellos trabajadores que trabajan en espacios aislados para poder monitorizar en todo momento su estado de salud, así como su posición y poder reaccionar al instante y con precisión ante cualquier situación de riesgo o emergencia. Estamos hablando de una información que te podría permitir salvar vidas.

En segundo lugar, hay que tomar consciencia de que controlar hasta el último recoveco de una instalación normalmente requiere de grandes inversiones en infraestructura, ya que hay cubrir tanto exterior como interior. Esto nos lleva a tomar una decisión sobre que espacios queremos gestionar y así acotar el presupuesto por un lado y además ejecutar soluciones ajustadas a la problemática concreta, ya que la tecnología usada para la localización en exteriores puede resultar inútil en interiores. Como ejemplo, podemos pensar en el caso del control de zonas restringidas, donde podemos optar por balizas GPS portadas por los trabajadores que avisan cuando acceden a una zona restringida, pero que no nos sirven si lo que queremos es controlar el acceso de ese trabajador a unas determinadas salas o plantas de una instalación, por la pérdida de cobertura GPS.

Y en tercer lugar, otro aspecto clave para el éxito de tu proyecto de geolocalización con base de tecnología para la prevención de riesgos laborales, es poner el foco en el recurso, en lugar de ponerlo en una zona o espacio a controlar. Con ello, puedes abordar otros retos interesantísimos, como es la concurrencia de riesgos. Un ejemplo sería que los trabajadores llevaran consigo un dispositivo que además de indicar su posición, tiene identificados sus roles de trabajo, con lo que en el momento que el sistema detecte que dos trabajadores con roles incompatibles se encuentran juntos durante un determinado periodo de tiempo, el sistema genera una alarma avisando al responsable de prevención, así como también puede avisar “in situ” a los trabajadores afectados.

A modo de conclusión, es importante que te tomes un momento para pensar en una inversión eficiente para geolocalizar aquellos recursos con mayor riesgo, así como el tipo de espacio que habría que controlar y también donde prefieres poner el foco de observación (en la ubicación o en el recurso). Y también es principal abordar este tipo de proyecto acompañado de los mejores profesionales, por ello desde CTAIMA Tech ponemos a tu disposición nuestro equipo de expertos en tecnología para la prevención de riesgos laborales, para que juntos pongamos en marcha la solución a tu reto de geolocalización en PRL. ¿Empezamos?

Ponte en contacto con nosotros a través del mail hola@ctaima.tech o a través de nuestra página web para saber más sobre PRL 4.0.