marisa rufinoEl Nº 74 revista Seguridad y Salud en el Trabajo INSHT publica una entrevista a Marisa Rufino San José, Secretaria de Salud Laboral UGT-CEC. A la pregunta ¿cómo cree que se podría hacer extensivo a los casos de externalización y subcontratación de actividades lo que subyace bajo el lema “Trabajando juntos para la prevención de los riesgos”, con el objetivo de garantizar la eficacia de las medidas de seguridad y salud en el trabajo?, realiza la siguiente reflexión:
«Desde UGT, hemos venido alertando constantemente de las negativas consecuencias que la subcontratación acarrea a la salud y seguridad de los trabajadores. Por desgracia, muchos de los accidentes ocurridos en España con resultado de muerte han venido a corroborar la idea que vincula, directamente, la subcontratación con la siniestralidad laboral. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la externalización de los servicios empresariales en cualquiera de sus formas es un fenómeno que está provocando siniestralidad, siendo causa directa de enfermedades y accidentes laborales. De todos es conocido que las empresas ya externalizan sus servicios a tal nivel que la actividad principal de la empresa es desarrollada por otra a la que subcontrata, cuyos trabajadores en muchas ocasiones se desplazan más de 200 kilómetros antes de iniciar su tarea en el centro de trabajo, lo que aumenta de un modo muy considerable la probabilidad de que el accidente se produzca, sobre todo en los últimos días de la semana. No obstante, cuando se habla de subcontratación y / o externalización, en la mayoría de los casos hay que hablar de precarización de las condiciones de trabajo, pues lo que termina ocurriendo es que los trabajadores de la empresa contratada tienen unas condiciones de protección de su seguridad y salud muy inferiores a las propias de los trabajadores de la empresa principal.
En España, se ha producido un abuso tal en cuanto a la utilización de la externalización de los servicios que los sistemas tradicionales de organización del trabajo se han visto claramente alterados, dando paso a un sistema en el que las condiciones de los trabajadores se han precarizado considerablemente. Pero la mayor de las preocupaciones, para UGT, es la situación a la que se tiene que enfrentar un trabajador que, perteneciendo a una empresa subcontratada, tiene un accidente en un centro de trabajo de otra empresa, pues a la hora de dirimir las posibles responsabilidades de cada una de las empresas implicadas se multiplica considerablemente la dificultad con la que el trabajador se va a encontrar para la reparación de los daños que se le han causado a todos los niveles. Hay “empresarios” nocivos que no dudan en degradar las condiciones del trabajador y del trabajo. Por todo ello, reivindicamos durante largo tiempo y hasta su consecución que se establecieran las normas necesarias para regular la subcontratación y poner de este modo cortapisas a la precarización de las condiciones laborales. Aún queda mucho por hacer en esta materia, pero hay que reconocer que efectivamente se ha avanzado, sobre todo en los derechos de representación y consulta que han facilitado la participación de los trabajadores en aquellas empresas pequeñas que no cuentan con delegados de prevención y a los que termina representando en el Comité de Seguridad y Salud la representación de los trabajadores de la empresa principal.»

Fuente: Nº 74 revista Seguridad y Salud en el Trabajo INSHT