LogísticaLa gestión logística es una de las actividades que más ha evolucionado en los últimos años, considerada en el pasado como una actividad funcional restringida a tareas autónomas como el transporte o almacenaje, en la actualidad se entiende como una parte integrada en la visión estratégica de la empresa. La constante apertura a nuevos mercados, la dispersión cada vez mayor entre clientes y proveedores, el incremento de la movilidad y tipología de mercancías a nivel global, la revolución tecnológica la han convertido en un sector competitivo que aporta un gran valor añadido a la estrategia empresarial de la empresa. Las distintas actividades que componen el concepto de logística suponen en mayor o menor medida la presencia de factores de riesgo de especial consideración, por lo que es necesario determinar las medidas de prevención que las empresas deberán implantar y adaptar a sus actividades su propio Plan de Prevención.

De forma habitual, los trabajos realizados en el sector logístico suponen una gran carga ergonómica debida al manejo y elevación de pesos, lo cual puede ocasionar lesiones músculo-esqueléticas en los usuarios. Una adecuada gestión preventiva de todos los aspectos ergonómicos puede ayudar a evitar, o al menos, disminuir este tipo de lesiones. Por otro lado, las actividades logísticas implican la conducción y manejo de maquinaria (plataformas, carretillas, grúas…), que en muchas ocasiones puede derivar en accidentes graves para los usuarios, debido tanto a una incorrecta manipulación, como al inadecuado mantenimiento, deficiencias de las instalaciones, señalización, ausencia de instrucciones, etc…
Frente a esta evolución nos encontramos con que prácticamente la totalidad de estos trabajadores son autónomos (54.65%) o micropymes (39.78%)*. La falta de infraestructura preventiva para dar cumplimiento a las exigencias preventivas del Operador Logístico que les contrata según los riesgos específicos y normativa de los centros donde acceden, la falta de conciencia preventiva del trabajador muchas veces ligada a la ausencia de información, los ritmos de trabajo (siendo un sector que más nivel de estrés soporta), su temporalidad e inestabilidad laboral, junto con la ausencia de una formación preventiva , entre otros, hacen que la tasa de mortalidad por accidente de trabajo sea una de las más elevadas. En 2012 se registraron un total 32.586 accidente laborales con resultado de baja en el sector de transporte y almacenaje en España, que representan el 7,052% del total de accidentes que se registraron el pasado año. Según datos de la “Estadística de Accidentes de Trabajo de 2012” publicada en marzo de 2013 por el el ministerio de Trabajo y Seguridad Social, del conjunto de accidentes en el sector, 29.456 se produjeron durante el desarrollo propiamente dicho de la jornada laboral, y otros 3.130 fueron accidentes “in itinere”. De los accidentes acaecidos en la jornada de trabajo, 15.299 tuvieron la consideración de leves, 232 de graves y 60 resultaron mortales. En cuanto a los accidentes “in itinere”, 1.316 fueron leves, 44 graves y 2 mortales.

El hecho de que sea una actividad comúnmente externalizada hace que la mayor dificultad específica a la hora de aplicar la normativa en materia de prevención de riesgos laborales en las empresas del sector, sea la coordinación de actividades empresariales. De esta forma, se sigue observando la tendencia del 2011 donde el % de accidentes mortales en empresas subcontratadas doblaba el de la plantilla propia. Las empresas logísticas se han encontrado con problemas importantes a la hora de aplicar el Real Decreto 171/2004 en materia de coordinación de actividades empresariales, sobre todo con los conductores autónomos. Es habitual que las empresas del sector contraten transportistas autónomos. Esto hace que el intercambio de información que se debe realizar por indicación del Real Decreto171/2004, sea una tarea ardua de realizar y registrar, ya que, en ocasiones, puede ser numerosos los que pasen por las empresas, y además de forma esporádica. De igual forma, este volumen importante de transportistas que acceden a los centros de trabajo, hace que sea difícil asegurar que el trabajo se ejecuta en condiciones seguras, en correspondencia con el deber de vigilancia.

Para poder reducir estas tasas de accidentalidad, una de las asignaturas pendientes es mejorar la gestión de la coordinación de actividades empresariales. Reducir las cadenas de subcontratación, exigir una gestión preventiva en las claúsulas contractuales, aunar criterios de actuación que permitan establecer una metodología de control bidireccional cliente-contratas, son algunos de los aspectos a trabajar conjuntamente.

Fuente: Anuario de estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social 2011-2012
Guía práctica para la gestión de la prevención en la actividad logística ANET