Después de 27 días, los trabajos de inspección y mantenimiento que se están llevando a cabo en el complejo industrial de Dow en el polígono norte han llegado a su momento de máxima intensidad. La compañía prácticamente ha cuadriplicado su plantilla con más de 1.800 personas adicionales que participan en las tareas de una parada que empezó el primero de este mes de junio y que según está programado acabará el día 18 de julio.Según explicó el director del complejo, Kepa Díaz, la operación que se está llevando a cabo estas semanas «representa una ITV de las instalaciones para seguir trabajando otros seis años».De hecho, la última parada de esta planta –que se construyó en 1978 y  fue adquirida por la multinacional norteamericana en 1982– se llevó a cabo en 2006. Sin embargo, en aquellos momentos no tuvo la envergadura de la actual. Y es que se trata de la primera parada después de la última gran ampliación que se realizó en 2008 con la construcción de la planta de octano. El director de la parada, Lluís Romans, explica que el principal objetivo de la actuación es «la limpieza, conservación y aplicación de nueva tecnología en el proceso productivo para ser más competitivos». En esta ocasión, la empresa no llevará a cabo una nueva ampliación de unas instalaciones con capacidad para 675.000 m toneladas.
La compañía ha invertido sesenta millones de euros en una operación que empezó a diseñarse hace más de dos años y en la que participan 35 empresas contratistas. Buena parte de éstas son compañías del territorio, aunque también las hay de especializadas de otros puntos del Estado y de Holanda. Con todo, Dow afirma que el 80% de los trabajadores son del territorio y que la mitad de la inversión que ha realizado se quedará en las comarcas tarraconenses. Unas 300 de éstas se encargan de todo el procedimiento de seguridad. La operación ha comportado un amplio despliegue logístico.  En este sentido, se ha habilitado una gran carpa en el interior de la planta en la que diariamente se llevan a cabo dos sesiones –una a las siete de la mañana y la siguiente treinta minutos más tarde– de motivación para el personal. En ésta también hay el comedor preparo para que «en una hora y veinte minutos puedan comer 1.500 personas y sin hacer cola», explican los responsables de la operación. Además están las casetas de los contratistas y se han habilitado tres zonas de estacionamiento para los trabajadores que se desplazan hasta La Pobla, una área de picnic.
Con la parada se inspeccionarán 310 equipos, 32 de los cuales serán repuestos,  se desmontarán y revisarán 104 válvulas de seguridad y se realizarán pruebas de fugas en otras 385. Con todo la operación habrá movilizado cinco toneladas de hierro en andamios. Los trabajos en la zona del cracker están previsto para mitades de julio, mientras que unos días más tarde acabará la operación programada en la planta de octano.

Fuente:  Diari de Tarragona